Estos cristales de hielo actúan como núcleos de condensación alrededor de los cuales aún más vapor de agua presente en el aire que se acerca viene a condensarse. De ello resulta la formación de un rastro de condensación nublado que atraviesa el cielo, mostrando la ruta del avión durante el viaje
Esta imagen fue tomada el 1 de septiembre de 2008 por la cámara Meris (Médium Resolution Imaging Spectrometer)
Estos rastros pueden disiparse después de algunos minutos o varias horas. Pueden también evolucionar para formar cirros artificiales persistentes que duran a veces días o semanas. Estos rastros y estos cirros tienen un impacto potencial en el clima del planeta conservando el calor de la Tierra en el interior de la atmósfera de la misma manera que los gases de efecto invernadero.
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